miércoles, 14 de noviembre de 2012

Pega esto en tu muro

Por el hambre en el mundo. Por el cáncer. Por los niños "piel de cristal". Porque sos mamá. Porque sos hija. Porque sos tía. Porque sos sobrina. Porque tuviste a la mejor mamá, la mejor tía, la mejor sobrina, la mejor hija. (Los varones son menos proclives a estas cosas, se ve.)


Un día -cada día- abrís tu cuenta de Facebook y te encontrás con un mensaje de estos. Lo leés y quizás te rías, quizás te emociones, quizás te parezca que establecés un compromiso y... ¡zas! quizás lo pegues. Los mensajes fueron mutando y la mayoría pide que "lo dejes pegado al menos una hora" para cerrar con que sabe que "el 97% que no lo pegará" y que "ojalá seas del otro 3%".



Yo soy del 97%. Primero que nada porque leo, pienso, analizo. Y luego, no recuerdo haber visto un mensaje que justificara ser copiado. Veamos: 


¿En qué ayuda a la lucha contra el cáncer pegar un texto y replicarlo al infinito? En nada. Si de verdad querés ayudar podés informarte, llevar un estilo de vida saludable, hacerte controles, no ponerte en riesgo, educar a tus hijos en esa línea, transmitir un mensaje de salud en tu trabajo. También podés acercarte a una ONG y donar tu tiempo para que los enfermos de cáncer la pasen un poco menos mal. Y también podés donar dinero a organizaciones científicas serias que investigan para mejorar. 

¿En qué ayuda que compartas al infinito la foto de un menor supuestamente perdido? A veces en mucho. A veces en nada. A veces obstaculiza la búsqueda, estigmatiza al menor, lo pone en riesgo. ¿Cómo ayudar? Comprobar la veracidad del mensaje antes de seguir difundiendo: llamar al número de contacto, chequear el caso en la web de Missing Children. A veces surge de un padre que la Justicia separó de su hijo para proteger al menor; a veces -muchísimas- es un caso falso con una foto real o un caso resuelto hace tiempo. Las fotos circulan y no permiten a los chicos volver a una vida de chicos. Los mensajes circulan levantando datos para cometer delitos informáticos.



¿En qué ayuda que pidas con desesperación un órgano? En nada. Sólo lográs angustiar a quién ve el pedido. Salvo que conozcas a alguien que ande con un órgano en la heladera, listo para la ocasión. La donación de órganos en la Argentina es responsabilidad del INCUCAI y los transplantes se organizan según una lista de prioridades y de emergencia que incluye las compatibilidades. ¿Querés ayudar? Sé donante. Hablá con tu familia, dejá tu deseo por escrito, acercate a donar sangre periódicamente, informáte sobre cómo ser donante de médula. Educá a tu gente, a tus compañeros de trabajo, difundí la importancia de la donación para que más personas donen y sepan cómo reaccionar frente al dolor de una muerte cercana.


¿En qué ayuda que viralices un mensaje psicopatón? En nada. La verdadera conciencia y adherencia a la situación de personas que padecen distintas enfermedades o problemas no se logra diciéndole al otro que si no pega algo en su muro es un insensible, un indiferente, un subhumano. ¿Querés ayudar? No discrimines ni en tus acciones, ni en tu discurso ni en tu pensamiento. Promové la inclusión desde tu casa, desde tu trabajo, desde cada cosa que hagas. Educá a tu gente en esa manera de pensar: hay tipos que son una mierda porque tienen valores de mierda, no porque son gordos, tullidos o limitados. No festejes barbaridades que discriminan. Y cuando te toque un "pan y queso" para elegir lo que sea, no dejes afuera a los "imperfectos".     

¿En qué ayuda que difundas que hace falta una máquina superespecífica para algo en particular? En nada. ¿Querés ayudar?  Conectáte con la fábrica o el lugar donde esa máquina se encuentre y tratá de conseguir la donación. 


Un "pega esto en tu muro", un "dále RT" o acciones similares suenan más al viejo "pasálo y que no vuelva" en versión 2.0. Y ya estamos grandes, lo suficiente para saber que el "pasálo y que no vuelva" es una piñata llena de falta de compromiso, mezquindad y avivada. ¿Querías ser solidario, inclusivo, buena gente? Pensálo. La ruta del "pega esto en tu muro" no tiene ese destino.