domingo, 12 de febrero de 2012

"Los genios no crean problemas." Una respuesta al spot de la SUBE



Estimado Ing. Agr. Juan Pablo Schiavi:

Le escribo en tanto responsable de la Secretaría de Transporte de la Nación. Asumo que ud. acuerda con la última campaña sobre la tarjeta SUBE: no sólo permitió que se pusiera al aire sino que hizo suyas  las expresiones que se ven en el spot. 

Ayer obtuve mi tarjeta SUBE. Tardé 5 minutos y la gestioné a 8 cuadras de mi casa. No tengo objeciones al respecto.


Quiero dar respuesta a las preguntas que plantea el spot de propaganda, ya que probablemente mis respuestas o algunas de ellas representen a más de una persona. 


Paso a explicarle por qué no la obtuve antes:

Lejos de ser una persona "que deja todo para último momento" soy bastante organizada. Anticipo, planifico y colecciono cargadas de amigos que prefieren vivir distinto. 
Pienso mis decisiones y no consumo objetos y servicios que considero que no necesito. 
Antes de salir a buscar una solución reviso bien cuál es el problema. Parece razonable ¿no?  

Cuando surgió la tarjeta SUBE quienes viajábamos en colectivos teníamos el problema de conseguir monedas. 
Para resolverlo elaboré varias estrategias paralelas buscando que nunca me faltaran: conocer mi stock, pasar frecuentemente por bancos hasta descubrir aquellos que entregaban más cantidad, comprar en efectivo en comercios que daban vuelto en monedas sin discutir son las que recuerdo. Nunca me faltaron monedas, pero tenía que ocuparme. 
La necesidad estaba resuelta. ¿Para qué tener una SUBE?

Con el anuncio de la aparición de la tarjeta SUBE los problemas fueron desapareciendo. Mucha gente cada vez iba necesitando menos. Probablemente los empresarios que las retenían decidieron dejar de hacerlo.
Esto hizo que no fuera tan necesario poner tanta energía en ocuparse.
¿Para qué quería tener la tarjeta SUBE si no la necesitaba?

Por otra parte, para viajar en subte existe la tarjeta Subtepass. Se pueden comprar tantos viajes como se desee y tener una en cada cartera o mochila para evitar olvidos. La tarjeta tiene impreso el saldo para evitar sorpresas. Anticipar la compra permite evitar las colas. 
Las monedas permiten ser distribuidas en bolsillos y evitar abrir una cartera, bolso, mochila en la calle. Las tarjetas SUBE son incómodas en bolsillos de ropa de mujer habitual. Algunas prendas no tienen bolsillos. Si la tarjeta se pierde o es robada requiere hacer trámites. 
Todavía no había motivo para tener una SUBE.

Pasaron los meses. No queda claro si lo que cambió fue la necesidad del Estado, la política de Estado o la comunicación. 
Los incentivos que comunicaron las propagandas del Gobierno para la obtención de la tarjeta siempre fueron dirigidos a mejorar las condiciones de viaje de quienes tenían problemas con las monedas. 
Sin falta de monedas, seguía siendo innecesario tener una tarjeta SUBE.

Hace unas semanas el Gobierno volvió a insistir con la obtención de la tarjeta. Y la comunicación fue sumamente imprecisa con respecto a los motivos. 
En un clima general de incertidumbre con respecto a quita de subsidios a los servicios públicos "parecía" que iba a haber aumento de tarifas. Más allá de eufemismos sobre quita de subsidios, aumento de tarifas o como lo quieran implementar técnicamente, lo que a "la sociedad que deja todo para último momento" le importa es saber cómo se modificarán sus cuentas a pagar. Los adultos pretendemos saber cómo se verá afectada nuestra economía para poder tomar decisiones. Ya pasamos varios meses de incertidumbre. Quienes vivimos en la Ciudad de Buenos Aires además padecemos la vaguedad a la que nos somete el gobierno municipal por los mismos temas.

Ciertos medios publican vaguedades sin fuentes y ustedes no aportan datos. Los ciudadanos quedamos en el medio. Las únicas certezas son las cuentas de supermercado: ahí todo aumenta semana a semana.

En el último spot los ciudadanos sin tarjeta SUBE somos tratados como niños que no hicieron la tarea. Una tarea que no sabíamos que teníamos. Nos "perdonan" y dan una prórroga para que corramos a sacarla, so pena de que en unos días nos la cobrarán. Y todo nos lleva a pensar que pagaremos más por el viaje, y frente a la falta de información oficial sospechamos que en breve muchos pagaremos la misma tarifa que los que pagan con monedas.

Ser honesto en la comunicación ahorra problemas. No crear problemas es mejor que tener que salir a buscar soluciones. 

Pedir colaboración a los ciudadanos porque el Estado necesita los datos que se cargan en una SUBE para decidir la nueva política de subsidios es honesto y probablemente muchos hubiéramos colaborado con gusto. No somos nosotros los responsables de escudriñar dentro de la comunicación gubernamental qué habrán querido decir en eso que dijeron. Hipotetizar nos deja en el mismo lugar que los medios de comunicación que ustedes critican. 

Infantilizarnos con un gesto de adulto que pone el límite cuando él lo necesita no es buena idea. Menos cuando no hablamos de niños sino de una comunicación dirigida a ciudadanos adultos maduros.

Lo que hicieron  genera la sensación de que estamos en manos de gente que por pelearse entre sí se olvida de para qué está donde está. 
No se olviden: no están para crear nuevos problemas y constituirse en los genios que traen la solución. Los genios no crean problemas.

Muchas gracias.




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